913 (C)

1950. Un joven llega al funeral clandestino del Sr. Quírico después de haber pasado los últimos 20 años en la clandestinidad. Nada más entrar en el velatorio se le acerca un viejo conocido y le entrega una moneda que desata los recuerdos de infancia del joven. En 1931, a sus 11 años, el muchacho trabaja en el Gran Casino como acompañante de los jugadores más prestigiosos de la época, donde se ve inmerso en las más estrafalarias apuestas jamás imaginables. En un mundo de elegancia y ostentosidades, todo lo cotidiano es susceptible de desembocar en una apuesta. Todo es juego, azar, el mundo parece haber perdido el juicio.