Lo veo y no lo creo

El ciego por un accidente Raúl vive con su criado Capulina, ciego de nacimiento. Para que su patrón no se entere que su abogado ya no manda su pensión Capulina trabaja en un parque como hombre orquesta. Ahí conoce a Patricia, una joven a punto de perder la vista. Capulina la convence de ir con un especialista y ella lo hace sin avisarle a su familia, que la cree raptada. Ella pierde su dinero y se refugia con Capulina y Raúl, quien se enamora de ella. La policía la encuentra con ellos y los toma por secuestradores, pero todo se aclara con la ayuda de la empleada de una panadería que ama a Capulina. Él recupera la vista y el mal de la joven es detenido.