El ferroviario
Andrea Marcocci (Pietro Germi) es un orgulloso maquinista de tren en la Italia de los años 50’. Está casado con Sara (Luisa Della Noce) y tienen dos hijos, Marcello (Renato Speziali) y Sandro (Edoardo Nevola), y una hija llamada Giulia (Sylva Koscina). Pero Andrea suele anteponer los tragos de vino con su amigo Gigi (Saro Urzi) a su familia. Cuando se suceden una serie de problemas en el seno familiar, unidos a un accidente sufrido con el tren que conduce, la vida de Andrea se desmorona y como resultado se refugia aún más en la bebida, acabando de romper la relación con parte de su familia y siendo degradado en su oficio. Pero el amor incondicional de su hijo pequeño Sandro y la necesidad de arreglar la cruda realidad provocarán en Andrea una serie de reacciones con las que intentará anteponerse a las circunstancias y encontrar la paz y la felicidad que ha perdido.